martes, 9 de junio de 2009

A MI MADRE EN SU AUSENCIA

Cierto día te fuiste,y aún te sigo esperando,
aquí estoy,en mi ventana te aguardo.
Parece que DIOS te guía.
Deja pues que con mis manos estruje tus manos tibias,
y las bese una a una hasta que amanezca el día.
Varias hebras de plata veo brillar en tu pelo,
tus ojos veo tristes ante un viejo espejo;
pero no desesperes,
que tú eras para mí, la luz de la luna en noches negras,
canto en el corazón si la noche llega,
y tus palabras,resonarán como el son de mil campanas si hasta mí llegan.
Ahora me siento sola, porque no te tengo,
¿Sabes?,
tú eras para mí la cinta donde el artista graba sus sentimientos,
eras la rosa de ese jardín,que la hermosura de este, dependía de ti,
Tu sabías de todas mis tristezas y el por qué las tengo,
Jamás pensé que te me irías...
Y hoy, mis ojos no se secan manteniendo tu recuerdo,
Cuánto discutí contigo,
Cuánto te echo de menos...
ahora comprendo, todo el amor que me diste,
Y todo el que yo te tengo,
pues no sabes cuánto te extraño.
Muchas veces te diré, lo que te echo de menos
Pues te busqué en la tierra,
en la luna,
en el universo entero
y no te encontré.
Al final, cansada por quererte ver,
Busqué en mi alma,
y ahí estabas tú... porque te amo, MADRE.

©Chely

No hay comentarios:

Publicar un comentario